Cada año confluyen la fiesta de Todos los Santos con la de Halloween… Abrazadas por unos y denostadas por otros, quizá, te sorprenda encontrar en esta dualidad de monstruos y ángeles más convergencias que diferencias.
Por Candela García
Por Candela García
En la aldea global que vivimos, en ocasiones, es difícil no consumir costumbres y tradiciones de otras culturas, sobre todo si vienen envueltas en papel celofán de colores, gracias al potente marketing.
Este es el caso del actual Halloween, que se celebra el 31 de octubre, y que cada año gana más adeptos. Y es que tanto el cine, la televisión y la literatura han contribuido ha popularizarla en medio mundo, creando un próspero negocio con el terror y la violencia.
En concreto en España se considera la fiesta de mayor crecimiento en los últimos diez años. Como dato significativo, EFE apunta, que en 2013, cerca de un 40% de los locales españoles se han unido a esta negra noche.
Y es que Halloween se respira en el ambiente, siendo imposible no darse cuenta de su llegada ante la proliferación de brujas, esqueletos, zombies… que lo inundan todo. Incluso se celebra el Concurso de Tanatocuentos, que en su XIV edición, solo pide que la temática contemple algún aspecto de los ritos funerarios.
Pero, ¿qué supone este énfasis de la fiesta de Halloween al día de Todos los Santos?
Samahin era una celebración de origen celta que conmemoraba el comienzo del nuevo año (1 de noviembre), señalando el fin de verano y el inicio del invierno. Además, la víspera del Samahin se consideraba como un momento en que los espíritus de los difuntos podían caminar entre los vivos, brindando a la gente la oportunidad de reunirse con sus antepasados muertos. Para mantener a los espíritus contentos y alejar a los malos de sus hogares, dejaban comida fuera, una tradición que evolucionó convirtiéndose en lo que hoy hacen los niños yendo de casa en casa pidiendo dulces.
La Iglesia Católica con el Papa Bonifacio IV a la cabeza, fijó el 13 de mayo del 609 o 610 como el día de culto a la Virgen y los mártires, día de “Todos los Santos”. Daba comienzo así el inicio de una fiesta que quería homenajear a los cientos de santos anónimos, que por sus obras la Iglesia consideraba debían ser venerados por toda la humanidad para que ninguno cayera en el olvido.
Y fue en un intento de cristianizar la fiesta pagana del Samahin, cuando el Papa Gregorio III (731-741) traslada el día de “Todos los Santos” del 13 de mayo a la del 1 de noviembre.
La jerarquía del catolicismo pensaban que instaurando fiestas nuevas, que coincidieran en fecha y similar apariencia doctrinal, con las propias de estos pueblos, les sería más fácil a estos nuevos creyentes ir abandonando sus raíces y creencias.
"Halloween viene de la expresión inglesa “All Hallow’s Eve” o Vigilia de todos los santos"
Así, la “Vigilia de Todos los Santos” en ingles All Hallow’s Eve, en la noche del 31 de octubre, buscaba encontrar esa fusión entre la tradición pagana y el cristianismo. Con el uso, la expresión ha ido modificándose pasando por All Hallowed Eve hasta llegar al Halloween actual.
Y será con los inmigrantes irlandeses como salta de la vieja Europa a Estados Unidos esta tradición celta, eso sí, con diversas variantes de la original, como cambiar la tradición celta del vaciado de nabos por el de calabazas para hacer linternas con velas.
Flores, calabazas y huesos de santo
Aunque el Día de Todos los Santos y Halloween son tradiciones antagónicas que, aunque transformadas, han llegado a nuestros días; ambas llevan implícita la idea de la llegada del invierno, cuando se recogen las primeras castañas, calabazas y nueces.
"En el día de Todos los Santos, se visitan los cementerios y se llevan flores a los difuntos"
Traen la idea de lo oscuro, la constatación de la muerte, así como el tributo a los difuntos, encendiendo velas, preparando las tumbas y presentando flores ante ellas.
Por tanto, lo nuevo es el Halloween macabro-comercial pero no el culto a los muertos o el miedo al más allá que se remonta en la historia de la humanidad a la prehistoria.
Y quizá Halloween gana actualmente más seguidores porque es una fiesta que se ríe de lo que más miedo nos da, la muerte. Y en cambio, el día de Todos los Santos, busca reflexionar y acercarse a la realidad de la muerte en una dimensión mas profunda e íntima.
Entonces, ¿qué supone este énfasis de la fiesta de Halloween al día de Todos los Santos?
Quizá nada, porque las flores y las calabazas, las brujas y los huesos de santo, los esqueletos y los buñuelos, o lo que es lo mismo, Halloween y el día de Todos los Santos, pueden convivir sin estridencias con la única condición de que no se les vacíe de contenidos.
Sea cual sea tu elección, Halloween o Todos los Santos, vívelo con la pasión de lo auténtico.
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