Se ha convertido en una expresión habitual en nuestras vidas y más o menos intuimos a qué se refiere, pero tal vez aún no seamos capaces de comprender (abarcar) todas las posibilidades que ofrece el Big Data.
Según la definición de la consultoría Gartner, el Big Data es el “análisis a alta velocidad de un gran volumen y de una gran variedad de datos mediante formas innovadoras y rentables de procesamiento, con el objetivo de mejorar la comprensión y la toma de decisiones”.
La proliferación de páginas web, aplicaciones de imagen y vídeo, redes sociales, dispositivos móviles, apps, sensores, etc son capaces de generar, según IBM, más de 2.5 quintillones de bytes al día, hasta el punto de que el 90% de los datos del mundo han sido creados durante los últimos dos años. Pensemos que empresas como Walmart puede manejar más de un millón de transacciones a la hora con sus clientes; Facebook gestiona 40.000 millones de fotos y Google soporta casi setecientas mil búsquedas al minuto. A ello debe unirse que los costes de almacenamiento y de procesamiento de la información han disminuido mucho en los últimos años, así que guardar toda es ingente cantidad de datos no es tanto problema, además se empiezan a desarrollar las herramientas adecuadas para tratarlos, ya que hacerlo con las convencionales resultaría una tarea imposible.
VVVVV
A juicio de los expertos, el Big Data viene definido por cinco 'Vs': Volumen, Variedad, Velocidad, Veracidad y Valor.
V de volumen. Hablamos de Big Data cuando los volúmenes superan la capacidad del software habitual para ser manejados y gestionados. Este concepto se encuentra en continuo movimiento porque los avances tecnológicos permiten tratamientos de volúmenes mayores. Cuando hablamos de grandes volúmenes nos referimos a tratamientos de Terabytes o Petabytes.
V de variedad. La información se obtiene de diferentes redes sociales, un número cada vez mayor de dispositivos electrónicos conectados, explotación de sensores que permiten conocer los movimientos y hábitos de vida, de información externa de diversas fuentes, etc. Cuando hablamos de Big Data nos referimos a información que puede estar semiestructurada o no tener ninguna estructuración.
V de velocidad. Rapidez con que los datos se reciben, se procesan y se toman decisiones a partir de ellos. A la mayoría de los sistemas tradicionales les es imposible analizar de forma inmediata los grandes volúmenes de datos que les llegan, sin embargo, incorporar el concepto de tiempo real es imprescindible para sistemas de detección del fraude o la realización de oferta personalizadas a los clientes.
V de veracidad. Confianza de los datos, extraer datos de calidad eliminado la imprevisibilidad inherente de algunos, como el tiempo, la economía etc, para, de esta forma, llegar a una correcta toma de decisiones
V de valor. La importancia del dato para el negocio, saber que datos son los que se deben analizar, es fundamental. Tanto que ya se empieza a hablar del científico de datos, un profesional con perfil científico, tecnológico...y visión de negocio.
EL NUEVO ORO
Sin embargo, el concepto de Big Data va mucho más allá de la mera acumulación de grandes volúmenes de datos. A diario muchas de nuestras acciones (un pago con nuestra tarjeta de crédito, la consulta de una web, la contratación de un viaje etc…) dejan tras nosotros una huella digital con información muy valiosa. El Big Data ya se define como “el Nuevo Oro” o “el Petróleo del Siglo XXI”. Hablamos de un entorno absolutamente relevante para muchos aspectos, desde el análisis de fenómenos naturales como el clima o de datos sismográficos, hasta entornos como salud, seguridad o, por supuesto, el ámbito empresarial.
El estudio e interpretación de estos datos nos permite realizar todo tipo de predicciones, anticiparnos a los problemas o las necesidades, mediante la construcción de patrones de comportamiento. La analítica predictiva utiliza algoritmos para encontrar patrones de información que puedan predecir resultados similares en el futuro. Esta posibilidad ha empezado a ser utilizado por muchas empresas, conscientes de la importancia de procesar uno de sus principales activos: la información que ellas mismas generan. Si una empresa es capaz de prever cambios en el comportamiento de sus clientes podrá tomar medidas preventivas y evitar resultados no deseados. Establecer estrategias de negocio basadas en la predicción de las preferencias y hábitos de consumo, supone una potente herramienta empresarial a la hora de apostar por el lanzamiento de un producto o una determinada línea de negocio. Los datos nos permiten llegar más lejos, intuir cuáles serán las tendencias del mercado (adelantándonos incluso a las necesidades y preferencias de nuestros consumidores).
APLICACIONES
Lejos de lo que muchos puedan pensar, la aplicación del Big Data no es ciencia ficción, ni una apuesta de futuro. A día de hoy ya son muchos los que recurren al análisis de grandes cantidades de datos para lograr sus objetivos. Algunas formaciones musicales recurren a la monitorización de Spotify para establecer el emplazamiento de sus conciertos, analizan en qué ciudades su música tiene más reproducciones y en función de los datos determinan su gira; Barack Obama utilizó a un equipo de analistas cuantitativas en su campaña electoral para centrar su esfuerzo en aquellos lugares donde tenía más seguidores: en el mundo de los seguros, Generali aplicó el Big Data para premiar a los mejores conductores.
Las aplicaciones de Big Data también pueden ayudarnos a mejorar la planificación urbana y desplazarnos de forma más eficiente por la ciudad, en base a la información proporcionada por las redes móviles. Algunos proyectos se centran en el impacto ecológico de los distintos medios de transporte para desarrollar aplicaciones que analizan por dónde se mueve la gente en el día a día (horas y zonas con más visitantes) y así poder elegir el trayecto más eficiente en términos de tiempo, seguridad y eficiencia ecológica. Este tipo de aplicaciones también podrían influir en la planificación urbana de los Ayuntamientos, en el diseño de la red de transportes y su adaptación a la demanda o a la hora de definir las zonas en las que hay que reforzar la seguridad, promover el uso de zonas verdes o restringir los niveles de contaminación. Este tipo de aplicaciones ya funciona en Londres, por ejemplo, y fue utilizado en la preparación de la ciudad para albergar los Juegos Olímpicos de 2012.
En seguros, las tecnologías de Big Data pueden ser el factor que permita no solamente adaptar la venta de los productos, sino también el desarrollo de nuevos sistemas contra el fraude más sofisticados que facultarán a las compañías para aprovechar la enorme cantidad de información que tienen a su disposición. De esta manera, se podría minimizar la exposición al riesgo de fraude y las consiguientes pérdidas económicas.
También en turismo se está utilizando el Big Data. Unas 1.100 millones de personas se movieron por el mundo en 2013 y, muchas de ellas, usuarios de ‘smartphones’ o tabletas. Las empresas turísticas tienen, en estos viajeros hiperconectados, la oportunidad de analizar sus experiencias y ofrecerles propuestas afines a sus intereses. Esta es la base de partida del proyecto PISTA, una plataforma de servicios para ciudadanos móviles que es capaz de sugerir en tiempo real una oferta cultural y de ocio en la ciudad visitada, según las preferencias de las personas. Para ilustrarlo, Telefónica ha elaborado un mapa en el que, además de enseñar los tres millones de extranjeros conectados que pasaron por Barcelona durante doce días (en octubre de 2012), también podía segmentar el resultado según la procedencia del visitante: los rusos salen de fiesta por el puerto de la capital catalana, los portugueses se hospedan en la periferia de la ciudad y los franceses prefieren pernoctar en la costa o en regiones vitivinícolas como Vilafranca del Penedés.
El Big Data puede ser decisivo también en el campo sanitario. Un estudio de 2011 del Kinsey Global Institute calculaba que las aplicaciones de Big Data en el sector sanitario podría representar unos beneficios de hasta 250.000 millones de euros los sistemas de salud públicos en Europa y de hasta 300.000 millones de dólares en Estados Unidos. Los centros de salud y los pacientes acumulan grandes cantidades de datos en distintos formatos, que el Big Data permite organizar de forma efectiva. Se calcula que los ordenadores podrían reemplazar el 80% del trabajo médico actual, ampliando inclusos sus competencias. A todos estos datos hay que añadirles los que provienen de las redes sociales y de otros dispositivos que permiten monitorizar al paciente: dispositivos, sensores, instrumentos médicos, aparatos de fitness... Las aplicaciones relacionadas con la sanidad permitirán mejoras en el área médica, en la síntesis de datos de las historias médicas y análisis clínicos, la gestión de dispensarios y hospitales, la administración hospitalaria, la distribución de material sanitario y medicamentos (incluso según necesidades puntuales por epidemias eventuales), la detección y prevención de posibles efectos secundarios de medicamentos y tratamientos, o la generación, almacenamiento y explotación de la documentación científica.
ALGUNOS DILEMAS
En este mundo en el que “la datificación” llega a todos los campos y facetas de nuestras vidas, se plantean dicotomías morales entre nuestro derecho a la intimidad y el uso de nuestros datos con diferentes fines. El Big Data y sus consecuencias provocan miedo y rechazo entre muchos ciudadanos (que ven como su uso de internet, sus compras, sus relaciones sociales o incluso sus estados de ánimo, se reducen a formatos cuantificados para su tabulación y análisis).
Según los expertos Kenneth Cukier y Viktor Mayer-Schönberger, hay que evitar los riesgos que puede conllevar semejante proceso, y no sólo los obvios, como la falta de intimidad o el robo de datos. En un mundo basado en las correlaciones existe también el peligro de perder la perspectiva y llegar a creer que los datos nunca mienten, de pretender sustituir la moral y el libre albedrío por la predicción determinista. Se podría, de hecho, detener a alguien simplemente por la probabilidad de que cometiera un crimen, contraviniendo todos los principios legales en vigor actualmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario