Ahora que se
acercan las vacaciones, son muchas las personas que nos comentan su miedo a
volar. Éste miedo, la Aerofobia, es mucho más habitual de lo que muchos pensamos.
Los datos revelan que un 17% de los españoles presenta esta fobia.
El tipo de vida
que hoy llevamos hace que salga a la luz este problema con relativa frecuencia.
Muchos tenemos familiares que viven en el extranjero, otros necesitamos viajar
a menudo por motivos laborales, las compañías de bajo coste nos brindan la
opción de comprar vuelos a bajos precios y tener la oportunidad de viajar y
conocer países que siempre hemos soñado visitar. Muchos nos sentimos asustados
al pensar en estos viajes, o bien conocemos a alguien al que le asustan.
Pilar Loma Muro
Psicóloga Colegiada
M-18898Tlf: 689308442
pilarlomamuro@yahoo.es
www.plmpsicologia.com
¿Cómo reconocer los síntomas de la Aerofobia?
Lo primero es reconocer el problema. Si te sientes reflejado cuando viajas en avión, probablemente sufras de Aerofobia. Algunas personas que padecen esta fobia han vivido o visto a personas cercanas que han pasado situaciones desagradables o de temor en un avión. Otras, han empezado a desarrollarla de repente.
- Intranquilidad
a la hora de planificar un viaje en el que el medio de transporte sea el avión
- Preferir
viajar horas y horas en otro medio de transporte antes que coger un vuelo
- Posponer
o cancelar viajes para evitar montarse en el avión
- Ansiedad
los días previos a la fecha del vuelo
- Problemas
para conciliar el sueño cuando planeamos o tenemos fechada una salida en avión
- Sudoración,
palpitaciones y/o sensación de ahogo conforme nos vamos aproximando al
aeropuerto, el check-in, pasar el control de acceso, el túnel de embarque, o
cuando ya estamos sentados dentro del avión
- Dolor
de estómago o sensación de estómago revuelto
- Necesidad de tomar algo de alcohol y/o
medicación antes de subir al avión
- Miedo
a un posible ataque de ansiedad, a perder el control de nosotros mismos
- Miedo
a volverse loco dentro del avión y/o morir
- Miedo
a querer salir durante el vuelo y la sensación de no poder escapar
- Estar
alerta durante el vuelo a cualquier signo de que algo no va bien, pensar que
algo malo va a pasar
El miedo es una
emoción útil para el ser humano ya que nos avisa de los potenciales peligros y
nos mantiene alertas para estar preparados en el caso de que sea necesaria la
huída. El problema se nos presenta cuando ese miedo aparece ante estímulos que
objetivamente no son peligrosos y nos activa para una posible situación de
ataque y/o huída que es realmente difícil que se nos presente. En el caso de la
fobia que tratamos, podríamos decir que nuestra mente interpreta el avión como
un lugar potencialmente peligroso y, por tanto, nos obliga a mantenernos
alertas indefinidamente esperando que esa situación temida se presente. Como la
situación temida es muy poco probable que ocurra, nos exponemos a un estado de ansiedad
mantenido en el tiempo, que no bajará hasta que consigamos huir del avión.
Las personas que
presentan Aerofobia suelen expresar que temen que el avión se caiga en mitad
del vuelo, que el motor se pare, que las puertas del avión no se hayan cerrado bien
y sea imposible respirar cuando se alcance determinada altura, que el piloto
pueda dormirse o incluso pilotar en estado ebrio, que las turbulencias
destrocen el avión, etc. Estos pensamientos son irracionales ya que no se
apoyan en datos reales del mundo de la aviación. Los aviones, por ejemplo,
cuentan con dos motores, teniendo uno por si acaso hubiera algún incidente con
el otro. Normalmente despegan con un motor, manteniendo el segundo apagado.
Luego se puede volar, y de hecho se vuela, con un único motor. Otro pensamiento
común, la capacidad de las turbulencias de destruir el avión, también es
infundado ya que los aviones están construidos para poder soportar el enviste
de un huracán. Por ello, se dice que el avión es uno de los transportes más seguros.
Para conseguir
volar con calma necesitamos tres cosas: tener ganas de enfrentarnos a nuestro
miedo, tener información acerca del mundo de la aviación (conceptos sobre
ingeniería aeronaútica, formación de los pilotos y demás tripulantes,
protocolos ante emergencias, el trabajo de los controladores aéreos, dinámica
del vuelo, etc.) y tener herramientas para gestionar nuestras emociones y saber
manejarnos con la ansiedad y el miedo. Con estas tres cosas tenemos motivación
para el cambio, conocimientos para discutir con nuestros pensamientos
irracionales y técnica para mantenernos en calma y afrontar el vuelo.
Algunos consejos
Mientras tanto
podemos dar algunos pequeños consejos que pueden ayudarnos a montar en el avión
de una forma algo más llevadera:
-
Intentar
ir al vuelo descansado. La estrategia de algunas personas de no dormir la noche
de antes para así tratar de dormir en el avión no suele dar buenos resultados.
- Hacer
una comida ligera antes del vuelo. No es bueno ir en ayunas ni tampoco con el
estómago muy pesado.
- No
beber bebidas alcohólicas antes ni durante el vuelo.
- Comer
alimentos ricos en triptófano (el pollo, la pasta y el arroz integral, el
pescado, los huevos, el plátano, los lácteos y las nueces) los días previos al
vuelo ya que nos ayudan a calmar la ansiedad debido a que colaboran con nuestro
cerebro a la hora de producir serotonina.
-
Ir
con ropa cómoda
- Llevar
entretenimientos para el vuelo. Pensar en cosas que nos ayuden a fijar la
atención en algo que no sea la ansiedad (una guía de viajes del lugar que vamos
a visitar y un cuaderno para poder ir apuntando los posibles recorridos, unos
crucigramas, música que nos guste y nos relaje o que tengamos relacionada con
situaciones alegres y agradables)
- Intentar
no sentarnos en la ventanilla ya que cuando tenemos miedo el mirar por la
ventanilla se puede convertir en una forma de buscar imperfecciones en el ala
que puedan provocar un accidente, fallos en los motores, humo que no sabemos
por qué expulsa el avión en un momento determinado y nosotros lo leemos como que
hay un incendio y demás estímulos que podemos interpretar como de riesgo para
la seguridad del vuelo.
- Dos
técnicas sencillas pero eficaces a la hora de controlar nuestra ansiedad. Una
sería contraer por unos segundos todos los músculos de nuestro cuerpo y después
soltarlos de repente para notar una sensación de alivio y descarga. Otra,
realizar respiraciones profundas cogiendo despacio aire por la nariz de manera
que notemos cómo se hincha nuestro estómago, y lo soltemos lentamente por la
boca. Sería suficiente con hacer 5 respiraciones profundas de vez en cuando.
- Reconstruir
el día del vuelo mentalmente. Consiste en imaginarnos a nosotros mismos
tranquilos preparando la maleta, yendo al aeropuerto, pasando los controles,
entrando al avión y durante el vuelo. No pensar en ello, como es habitual en
muchas personas que tienen aerofobia, no ayuda a reducir la ansiedad.
Si sufres
Aerofobia o conoces a alguien que la sufre, es importante tratarla cuanto antes
para que la fobia no se afiance ni se generalice a otros ámbitos o situaciones
de tu vida.
En casos en los
que el miedo es muy fuerte, no es recomendable enfrentarse sólo a él, ya que si
en el vuelo lo pasamos mal estaríamos mandando mensajes de confirmación a
nuestro cerebro del tipo: “Efectivamente el avión es peligroso y debería
evitarlo”.
Como hemos
comentado más arriba, necesitamos motivación, información y herramientas para
superar la Aerofobia, y para ello, tenemos dos opciones válidas y eficaces: realizar
alguno de los cursos para superar el miedo a volar que imparten algunas
empresas especializadas donde se facilita información acerca del vuelo, se
brindan técnicas para el control de la ansiedad y, en algunos casos, se realiza
un vuelo de prueba y/o hacer psicoterapia individual con un psicólogo/a para
trabajar los 3 puntos ya citados y además trabajar nuestro miedo a delegar en
otros y perder el control de la situación y otros temas comunes a las personas
con miedo a volar y específicos de la persona que quiere superar esta fobia.
Desde aquí te animamos
a dejar ya atrás a ese compañero de viaje tan desagradable y a no invitarle más
a volar contigo.
el articulo me parece muy tranquiliador y te anima a buscar soluciones al mostrarte posibilidades al repecto. habra que pensar en hacerle caso si queremos normalizar algo nuestros vuelos
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