Suena a título fácil de canción pero debajo de esa letra
se esconde el estribillo que año tras
año se repite y es el de los “divorcios postvacacionales”. Las estadísticas
apuntan a septiembre como el mes donde se triplican las demandas de divorcios
presentadas. Buscamos algunos tips imprescindibles para no “quemarnos” estas
vacaciones.
Por Candela García
Los últimos datos del Instituto de Política Familiar (www.ipfe.org) sitúan a España ya como el cuarto país de la Unión Europea con mayor número de divorcios. Con este y otros datos similares son mucho los ríos de tinta escritos para encontrar las posibles razones por las que una de cada tres parejas deciden romper después del tan deseado descanso estival. Desde las altas temperaturas veraniegas hasta diferencias sociales y económicas de fondo, subyacen como posibles causas. Pero conjeturas aparte, en lo que todos los expertos coinciden es que la respuesta directa a este fenómeno se encuentra en el mayor tiempo disponible para estar juntos.
Ese considerable número de horas, hace visibles aspectos negativos
de la pareja o de la relación en sí misma que en otros meses permanecen
agazapados, envueltos en rutina diaria (trabajo, hijos, casa…), pero siempre,
dispuestos a ir sumando grados de infelicidad en la persona, y que desde luego,
en una convivencia de 24 horas son el detonante fácil que pone a prueba
cualquier relación.
Para otros el verano se abre cosncientemente como un tiempo "extra" para parar y recalibrar una situación difícil; relaciones con problemas de base a las que añadirle un comodín de tiempo que permita hacer un balance con calma para, como escribe Paulo Coelho en su blog, ir cerrando círculos.
5 tips imprenscidibles
(para los que aún están a tiempo…)
(para los que aún están a tiempo…)
Sea como sea, lo cierto
es que por mucho que han ido evolucionando la manera de entender o
sentir una relación de dos, aún no hemos dado con esa fórmula magistral que nos
garantice la felicidad.
Mientras tanto, practicar
algunos de estos tips puede ayudarnos para no terminar con un “The End” esa
canción del verano.
Busca la buena comunicación, dando importancia a cómo se
dicen las cosas, recurriendo al consenso para la solución de los conflictos. Los
problemas son inevitables pero el secreto está también en su resolución, porque
si nos guardamos las discrepancias, estás alimentarán el siguiente
enfrentamiento. Además, piensa que ese “vínculo de dos” crea un foro abierto,
el sitio garantizado, donde cada uno puede expresarse libremente y con confianza
lo que siente y piensa al otro.
Clave 2
“Independencia”
“Independencia”
Estar con alguien significa encontrar un equilibrio entre
los espacios compartidos y el personal. Durante el invierno, esos espacios se
logran de manera más fácil porque cada uno adquiere unas rutinas de trabajo,
amigos, practica de deportes… que generan tiempo para uno mismo. En vacaciones, se comete el error de pensar que
por ir juntos “es obligatorio” hacerlo todo juntos. Hay que hacer pactos que
dejen momentos personales como leer un buen libro mientras el otro decide
fotografíar esa playa cercana.
Clave 3
“Sexo”
Clave 3
“Sexo”
Como en la película
“Si de verdad quieres…” con Meryl Streep y Tommy Lee Jones, la rutina deja
escapar otro ingrediente básico en la relación de pareja, el sexo. Así que
ponle un poco de sal a tu relación para no perder la pasión y conquistar la
complicidad que va más alla del mero hecho físico de hacer el amor. Dale un
beso o un abrazo porque sí, prueba con ropa interior sugerente (ella & él),
cambia de escenario… escápate un fin de semana a algún lugar con encanto…. Una
lista infinita de deseos y detalles que toca reescribir entre dos.
Clave 4
“Familia”Clave 4
En ocasiones la familia política generan
situaciones complicadas en las que alguno de los dos puede sentirse herido.
Para evitar desencuentros lo mejor es negociar de antemano este tema y llegar a
soluciones lo más satisfactorias posible para ambos.
Clave 5
“Risoterapia”
Apuesta por el
sentido del humor para devolver la sonrisa a tu relación. Y es que la risa nos
ayuda a eliminar estrés y relativizar los problemas. Practica no tomarte a la
tremenda los incidentes de cada, cambia el permanente ceño frundido por una buena
sonrisa.
Como dice la letra de
“Mi Teatro” de Dani Martín “hay que enamorar en cada mirada con la sonrisa que
yo sé que te encanta…”
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