El 25 de mayo
se celebran elecciones al Parlamento Europeo. Como señala la publicidad
institucional, la crisis económica ha llevado a que se tomen muchas decisiones
duras en Europa durante los últimos años, y todavía deben adoptarse muchas más,
de manera que este próximo domingo tenemos la oportunidad de expresar nuestra
opinión sobre cómo debe dirigirse Europa. En el post de esta semana te damos
algunas claves que pueden ser útiles a la hora de ejercer este derecho.
MANUAL PARA
LAS ELECCIONES EUROPEAS
Club San José
Madrid
Elecciones: Se celebran entre el 22 y el 25 de mayo (en
algunos Estados duran dos días) para elegir 751 eurodiputados, que
representarán a más de 500 millones de ciudadanos de 28 países y 24 lenguas
oficiales. 54 de esos parlamentarios corresponden a España, en circunscripción
única, de manera que todos los votos valen lo mismo, por lo que los partidos
pequeños sacan más rendimiento de los suyos en relación a unas elecciones
generales.
Parlamento: Tiene competencias legislativas, aunque no al
estilo de los parlamentos nacionales, ya que el procedimiento ordinario de
aprobación de normas es el denominado de codecisión, compartido con el Consejo
de la UE, aunque el Tratado de
Lisboa de 2009 concedió un verdadero poder sobre ámbitos concretos, como la
agricultura y las libertades civiles. Además, tiene derecho de iniciativa, en
base al cual puede solicitar a la Comisión que proponga nueva legislación. Las
funciones principales del Parlamento están en la fiscalización de la actividad
de las demás instituciones europeas y en la aprobación y control del presupuesto
de la UE.
Campaña: Uno no sabe si se trata de un efecto del
desinterés o forma parte de las causas que lo explican, pero desde luego no ha
animado el panorama una campaña con pocas propuestas concretas, en clave
nacional y con mucha demagogia –cada uno la suya-, con candidatos que son
actores secundarios en sus partidos o tienen apellidos que suenan más alemanes
que españoles, debates de formato tan encorsetado que hacen divertidos
cualquier programa de teletienda….
Solo un 16% de los electores sabe que el próximo 25 de mayo se celebrarán elecciones al Parlamento Europeo.
La abstención bate récord: se estima entre un 57 y un 60%, superior al de las anteriores elecciones en 2009 (54%)
Voto útil: Se habla mucho del voto útil en estas elecciones
y no siempre significa lo mismo. La utilidad, en cualquier caso, debe ponerse
en relación con el fin, que no es otro que el de sacar adelante o bloquear
iniciativas conformes a la ideología del partido. Para los que creen tenerlo
claro, un dato interesante: en Europa no parece que se respire el mismo aire
antagónico que respiramos en España, ya que socialistas y populares europeos
votaron en el mismo sentido en el 70% de las ocasiones del último periodo.
El argumento del
voto útil pretende seducir a los indecisos. Sobre el peso de éstos recomendamos echarle un vistazo al artículo “Calculadora para las Elecciones Europeas 2014: el peso de los indecisos” publicado en el blog “Ciencia Explicada”. En este
artículo aportan un dato interesante: hay 17 millones de indecisos, 3,5 veces
el número de electores que ya tienen decidido si voto. En teoría, estos
indecisos podrían cambiar el resultado previsto en las encuestas, aunque parece
improbable que ello ocurra.
Grupos
parlamentarios: Tener grupo
parlamentario propio es la aspiración de cualquiera de los partidos políticos
que se presentan, porque facilita mucho el trabajo, ya que permite contar con
mayores medios económicos y personales. Aunque se vota en clave nacional, no
debe perderse de vista el grupo o coalición en el que se integrará el partido
votado, y es que a veces uno puede encontrarse con compañeros de viaje
sorprendentes y hasta indeseados.
La cuestión de
los grupos parlamentarios también se la relaciona con la del voto útil. Cuanta
más representación aglutinen, más medios personales y económicos, en definitiva
más poder. Este es el significado que le dan al voto útil los partidos
mayoritarios, en contraposición a los partidos pequeños, obligados a cobijarse
en opciones que no se ajustan plenamente a su ideario, que inciden más en la
calidad del voto, como forma de contrarrestar los efectos perversos de la
acumulación excesiva de poder.
Euroescépticos: Junto a la abstención, otro de los
problemas destacados de estas elecciones es el avance de los partidos que no
quieren más Europa y pretenden recuperar las competencias perdidas por los
Estados Miembros. Son los denominados partidos euroescépticos a los que algunas
encuestas les otorgan una cuarta parte de los escaños de la eurocámara (se
incluyen en este porcentaje también otros partidos de corte populista), lo que
supondría un freno en el proyecto de construcción europea. De hecho, ya provoca
efectos pues los partidos los mayoritarios traten de imitarles en algunos
apartados, conscientes de que conectan directamente con las preocupaciones de
los electores. No obstante, su
heterogeneidad les perjudica a la hora de formar grupo político, por lo que su
influencia puede ser más simbólica que real.
Confianza en
las instituciones: Relacionado
con el euroescepticismo y el populismo, se constata una pérdida de confianza de
los europeos en sus instituciones, a las que no ven capaces de dar respuesta a
los problemas traídos por la crisis económica. Una encuesta refleja caídas del
26% respecto a 2007 en la confianza que inspira el Parlamento Europeo, o del
18% si hablamos de parlamentos y gobiernos nacionales.
Abstención,
voto nulo y voto en blanco: El efecto
de estas opciones es simplemente que no se tendrá en cuenta la opinión de
quienes ha decidido actuar de este modo, porque no favorecen a ningún partido
concreto, de acuerdo con la conclusiones de la “Calculadora para las Elecciones
Europeas 2014” a la que antes aludíamos.
No hay duda
que los resultados de las elecciones tendrán una extrapolación en el ámbito
nacional. Hay
que tener en cuenta que en el caso de España son las primeras elecciones tras
las generales y que, desde entonces, se han adoptado medidas excepcionalmente
duras, por lo que será una oportunidad para comprobar el desgaste que ello
puede haber supuesto en el partido que gobierna.
En cuanto a la oposición, será interesante ver si el PSOE ha atajado su crisis interna o por el contrario, ésta se agranda. También si, como se dice ERC superará en votos a Convergencia y Unió, porque ese resultado tiene claras conclusiones desde la perspectiva independentista. Otro dato a tener en cuenta en los resultados es el de los partidos que proponen otra forma de hacer política, como es el caso de UPyD o Ciudadanos, que necesitan confirmar su ascenso, así como los partidos nacidos en la corriente del 15-M, algunos de los cuales se presentan por primera vez a unas elecciones, en lo que podría considerarse un paso hacia la madurez de este movimiento civil, precisamente lo que muchos le demandaron en su momento. Finalmente, será curioso comprobar el efecto causado por los partidos escindidos de los grandes, como es el caso de Vox, en concreto en qué medida les han perjudicado.
En cuanto a la oposición, será interesante ver si el PSOE ha atajado su crisis interna o por el contrario, ésta se agranda. También si, como se dice ERC superará en votos a Convergencia y Unió, porque ese resultado tiene claras conclusiones desde la perspectiva independentista. Otro dato a tener en cuenta en los resultados es el de los partidos que proponen otra forma de hacer política, como es el caso de UPyD o Ciudadanos, que necesitan confirmar su ascenso, así como los partidos nacidos en la corriente del 15-M, algunos de los cuales se presentan por primera vez a unas elecciones, en lo que podría considerarse un paso hacia la madurez de este movimiento civil, precisamente lo que muchos le demandaron en su momento. Finalmente, será curioso comprobar el efecto causado por los partidos escindidos de los grandes, como es el caso de Vox, en concreto en qué medida les han perjudicado.
Y no hay que
olvidarse de la lectura de los votos en blanco y nulos, porque si bien es
cierto que no influirán en el resultado, encierran una importante carga
simbólica, especialmente si el porcentaje obtenido es significativo, lo que
debería ser interpretado como una forma de protesta activa. En el caso de la
abstención resulta imposible determinar los motivos y muchos menos cuantificar
el peso de cada uno de ellos.
5 RAZONES POR
LAS QUE DEBES VOTAR
1) Las elecciones
europeas van a decidir, por primera vez, el nombre del presidente del
Parlamento. En definitiva, lo que vamos a decidir en estas elecciones es quién
va a gobernar en Europa los próximos cinco años.
2) Porque se van
a dirimir asuntos que nos interesan directamente, como la cuestión fronteriza y
la presión migratoria, que países como España vivimos directamente.
3) Porque el Parlamento Europeo ha ganado competencias tras el Tratado de Lisboa
y se ha convertido en un órgano de toma de decisiones, al menos
compartidas con el Consejo Europeo, de modo que al elegir a sus miembros
estamos decidiendo la dirección o la inclinación política de la principal
institución europea.
4) Porque las opciones eurófobas están creciendo y pueden formar una fuerza importante en el Parlamento. Esto es perfectamente legítimo pero no dejaría de ser preocupante que los partidos que quieren menos Europa se alzasen como una de sus principales fuerzas políticas.
5) Y sobre todo, porque el voto es un derecho conquistado, pero también un deber, al menos un deber cívico.
4) Porque las opciones eurófobas están creciendo y pueden formar una fuerza importante en el Parlamento. Esto es perfectamente legítimo pero no dejaría de ser preocupante que los partidos que quieren menos Europa se alzasen como una de sus principales fuerzas políticas.
5) Y sobre todo, porque el voto es un derecho conquistado, pero también un deber, al menos un deber cívico.
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