martes, 11 de marzo de 2014

OBJETIVO 20-20-20


El carácter limitado de las fuentes energéticas tradicionales, el aumento de su precio, la dependencia energética del exterior y el impacto ambiental son algunos de los motivos que impulsan el desarrollo de las políticas de impulso de  la eficiencia energética.

La eficiencia energética se puede definir como la optimización del consumo energético para unas determinadas condiciones de confort y niveles de servicio. Su aplicación práctica pasa por tanto por la implementación de medidas que minimizan las pérdidas de energía consiguiendo ahorros y ajustando el consumo energético a las necesidades reales del cliente.

Este asunto no es nuevo para nosotros, de hecho es la segunda vez que aparece en este blog. En la primera analizamos la entrada en vigor del certificado de eficiencia energética que todo propietario de un inmueble debe proporcionar a sus inquilinos, una medida relacionada con el objetivo 20-20-20 que abordamos en el artículo de esta semana.  

OBJETIVO 20-20-20
Por Henar García, P. 1989
Arquitecta



El objetivo

Llevamos algún tiempo que no se hace otra cosa que hablar de la eficiencia energética, esto tiene que ver con la Directiva 2010/31/UE del Parlamento Europeo, relativa a la eficiencia energética de los edificios.

En esta Directiva se establece que todos los países pertenecientes a la Unión Europea deben cumplir unos objetivos para el año 2020 que son:

- Reducción del 20% el consumo de energía, mediante una mayor eficiencia energética.
- Reducir un 20% la emisión contaminante de gases de efecto invernadero (GEI).
- Aumentar un 20% el uso de las energías renovables.

¿Nosotros podemos hacer algo? 

En España hay 17 millones de viviendas habitadas, el 20% de la energía que se consume en España, se gasta en nuestros hogares, suponiendo un gasto medio por habitante de 990 euros al año. Las viviendas unifamiliares llegan a duplicar el de energía que los pisos.

La energía que consumimos en nuestras viviendas depende del clima, el uso de sus ocupantes y la calidad de la construcción. El clima no lo podemos cambiar y las mejoras constructivas a veces salen caras, pero con el uso correcto de nuestra vivienda y la energía, se puede subir en eficiencia.

Por ello, desde las instituciones públicas, se no están dando a los consumidores, una serie de recomendaciones en esta materia, para ponerlas en práctica en nuestros hogares. Aquí vamos a ver algunas de ellas:

Dependiendo de la orientación de nuestra vivienda debemos en invierno atrapar la energía gratuita del sol, subiendo las persianas durante el día y ahorrar así en calefacción y durante las horas frías de la noche, cerrar las persianas y correr las cortinas.

- En invierno debemos poner hincapié en el uso correcto de la calefacción, la temperatura ambiente que se recomienda es de 20 grados durante el día y no sobrepasar los 17 grados por la noche. Si te ausentas más de 24 horas, apaga la calefacción y para ventilar la casa no hace falta tener más de 10 minutos las ventanas abiertas.

- En algunos lugares del sur de España, se llegan a alcanzar temperaturas bastante altas en verano, el uso de toldos para que no incida directamente el sol nos permite ahorrar hasta un 25% en aire acondicionado. El equipo de aire acondicionado debe tener la letra energética A o B y siempre estar a una temperatura por encima de 20 grados.

No podemos cambiar el clima y las mejoras constructivas a veces salen caras, pero podemos ser más eficientes 
mediante un uso correcto de nuestra vivienda
y de la energía
 La ventilación de la vivienda en verano se hace por la noche o a primera hora de la mañana.

- Intenta siempre utilizar la luz natural dentro de tu vivienda, subiendo persianas y descorriendo las cortinas, mantén los cristales limpios para aprovechar la luz del sol y de esta manera utilizar menos la luz artificial, que siempre serán de bajo consumo o LED. Evitaremos comprar  lámparas con muchas bombillas y apaga las luces que no se utilicen.

- En cuanto a los electrodomésticos, el frigorífico es el que más consume al estar siempre encendido, con una buena letra energética se ahorra más del 50% de energía y dinero. Evitaremos que se produzcan escarchas, abrir las puertas lo menos posible y nunca introducir comidas calientes en él.

Hay que utilizar la ducha en lugar de la bañera, el ahorro en agua supone hasta 65.000 litros. Los grifos siempre cerrados y utilizar el agua fría siempre que sea posible para enjuagar platos, fregar suelos etc.. y si tenemos acumulador de agua nunca sobrepasar los 60 grados.

Todo esto ¿sirve para algo?

Sí, esa es la buena noticia. En 2014 ya sabemos que el compromiso 20-20-20 está conseguido, pero no podemos evitar una sensación agridulce: alcanzar el objetivo seis años antes de lo previsto es un "éxito" que da que pensar, tal vez el listón no estuviera a la altura adecuada. 
Así que no nos queda más remedio que seguir peleando, tengamos en cuenta que lo que está en juego es nada menos que preservar este pequeño planeta azul


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