¿Quieres comer tus propios tomates y lechugas? Pues aún estás a tiempo, mayo es el mes perfecto… consíguelo con poco esfuerzo y casi gratis, solo necesitas tener una terraza o balcón con sol.
Esta semana el post muestra nuestro lado más ecológico. Concha García (P. 1987) escribe sobre una de las aficiones de moda actualmente,
la de los huertos urbanos.
Creo que el de tener un pequeño huerto en casa es de las más gratificantes. Y es que el vivir en una gran ciudad ya no es excusa para no cultivar tus ensaladas y plantas aromáticas.
Una solución al problema de los pequeños espacios es
colocar nuestro huerto en vertical… para ello no hacen falta grandes
inversiones, podemos empezar reciclando recipientes de barro, botellas de
plástico o incluso reutilizar un palet de madera…
Si te decides por esta última opción, solo necesitas un plástico grueso y unas grapas para tapar una de las caras del palet. Una vez que esté todo sellado solo queda rellenarlo de tierra, teniendo en cuenta que la profundidad óptima para que nos crezca de casi todo son unos 15 centímetros.
Si te decides por esta última opción, solo necesitas un plástico grueso y unas grapas para tapar una de las caras del palet. Una vez que esté todo sellado solo queda rellenarlo de tierra, teniendo en cuenta que la profundidad óptima para que nos crezca de casi todo son unos 15 centímetros.
Así, una vez ubicado nuestro huerto lo importante es conseguir una buena tierra y abono, Javier del Pozo, responsable de un vivero en la Sierra Norte de Madrid, nos propone el guano como uno de los mejores abonos naturales y de una gran calidad. Se elabora a partir de excrementos de aves y resulta además una buena alternativa ecológica a los fertilizantes químicos.
Sol, tierra, abono…
Solo nos queda pensar en el agua. El riego debe ser diario preferentemente por la mañana y al atardecer para aprovechar la mayor cantidad de agua evitando su evaporación.
Una idea que nos da, Javier del Pozo, es recoger el agua de regar nuestras plantas verticales con un canalón hasta un depósito y con una pequeña bomba, como las que se utilizan en las fuentes decorativas, guardarla para volver a reutilizarla. De este modo hacemos un mejor aprovechamiento del agua sobrante que está “enriquecida” con los nutrientes que ha arrastrado.
"La clave está en que nuestras plantas reciban luz y al menos seis horas de sol"
Y para que nuestro huerto tenga el éxito asegurado es muy
conveniente intercalar con nuestras verduras y hortalizas ciertas plantas que
tienen un efecto repelente sobre plagas y hongos.
El tagete es una de esas plantas que cuidarán con su
agradable olor de ahuyentar las plagas aéreas y de raíces, como los gusanos
grises.
Así, de este modo tan sencillo veremos como zanahorias,
tomates, judías, guisantes, rábanos, berenjenas, pepinos, albahaca, menta... y
un sinfín más de plantas no solo decorarán tu vida sino que te devolverán los
sabores genuinos de los alimentos.
Y es que un pequeño huerto será tu oasis en medio de tanto cemento… un hobby relajante que engancha, con el que no solo aportamos nuestro granito de arena a la conservación del ambiente, reciclando materiales y creando pedacitos verdes en la ciudad sino que también es una tarea altamente creativa y gratificante, e indiscutiblemente una excelente terapia anti estrés.
Y es que un pequeño huerto será tu oasis en medio de tanto cemento… un hobby relajante que engancha, con el que no solo aportamos nuestro granito de arena a la conservación del ambiente, reciclando materiales y creando pedacitos verdes en la ciudad sino que también es una tarea altamente creativa y gratificante, e indiscutiblemente una excelente terapia anti estrés.
Por Concha García
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