Su origen suele ligarse a los indies e incluso con los hippies. Es una corriente que desde que aparecieron a mediados del siglo XX, han desaparecido esporádicamente para resurgir a finales de los 90 y, sobre todo, a principios de la década actual.
Hoy es un grupo extendido sobre todo en grandes ciudades y entre personas de clase media, poco homogéneo y con grandes diferencias entre ellos. Esto se debe a la búsqueda personal de un pensamiento propio, y a su intento de alejarse de lo prefijado, lo importante es ser uno mismo, de manera que ser hípster implica negar cualquier pertenencia a una corriente o grupo.
ADOLESCENCIA EXTENDIDA

La cultura urbana de los hipsters viene representada por jóvenes, en su mayoría de edades entre 20 y 35 años, que muestran un pensamiento progresista, independiente, intentando apartarse de las modas del momento, vistiendo y escuchando música no comercial. Rechazan el consumismo desmedido poniéndose del lado del comercio local y el respeto por el medio ambiente, así que no es extraño que uno de los rasgos que mejor les definen sea el reciclaje buscando un nuevo uso a las cosas.
Les gusta la ropa de los abuelos o de tiendas de segunda mano, las bicicletas de piñón y las cámaras analógicas. No les gustan las cosas nuevas, pero un buen hípster es un fanático de Apple, seguramente valoran de ella que sea una marca distinta a todas las demás, podría decirse que es una referencia para ellos.

ESTÉTICA
Como ha ocurrido con otros movimientos anteriores, el fenómeno hípster es una actitud, una filosofía de vida, que define una cierta estética en sus seguidores. A continuación os damos algunas pistas para reconocerlos. ¿Reconoces alguno en ti mismo?
Vestimenta. Vístete al estilo vintage. Los vestidos son una buena opción para las mujeres, especialmente si son de encaje o de flores. El armario de la abuela vuelve a estar de moda. También se admite comprar ropa de marca siempre que no sea en tiendas propias de la marca.
Jeans estrechos. Son un accesorio básico para todo hipster hombre o mujer. Los hombres hipster suelen ser tan flacos como las mujeres. Para ellas también sirven los leggings (estampados o de muchos colores) o los pantalones de tiro alto.

Calzado. Sobre todo, que sea cómodo. Botas vaqueras, botas de combate, zapatos vintage o inusuales. Las Converse ya no son hípster, si prefieres las zapatillas deportivas, busca las Reebok Classic. Para las chicas, los tacones deben ser por lo menos de 12 cm y los botines también son muy populares.
Gafas. Los hipsters aman las gafas. Monturas de gran tamaño hechos de plástico, las de aspecto nerd (intelectual) y, sobre todo, el modelo "Wayfarer" de Ray Ban en todos los colores. Ah, no hace falta ser miope, puedes usar lentes sin aumento o directamente quitárselas.
Accesorios. Cintas para la cabeza con flores grandes, esmalte para uñas en colores neón, broches, cinturones brillantes, collares de pájaros,…. Uno de los esenciales incluyen un morral (no una mochila) en el que quepa tu MacBook, tu iPhone y los elepés de vinilo (nunca CDs) de tu banda favorita.

Higiene. Aunque algunos hipsters pertenecen al movimiento "sin champú" (que a pesar de esto son muy limpios), la mayoría tienen buena higiene (con jabones artesanales y amigables con el medio ambiente).
Cabello largo y despreocupado. Si hay algo que distingue a los hípsters es que su cabello luce totalmente natural y despreocupado, aunque hayan invertido cientos de dólares en un moderno corte. Muchos hombres van por la vida con abundantes barbas.
Alimentación. Tienen sus propios huertos (urbanos) y si ello no es posible, consiguen su comida en mercados de alimentos naturales. Comer carne no es algo muy popular entre los hípsters, muchos de ellos suelen ser vegetarianos o veganos. Las frutas, el café y la comida asiática son comidas hipsters. Generalmente, los hipsters son sibaritas cuando se trata de comida y adoran preparar comidas gourmet.

Les gustan las cosas artesanales. Ya sea porque las hicieron ellos mismos, las compraron en el mercado callejero del fin de semana o conocen a un artesano en una calle escondida del centro de la ciudad.
No sabemos si os ha ocuurido lo mismo, pero leyendo este artículo nos hemos dado cuenta que toda persona tiene su pequeño espacio "hipsteriano", su particular movimiento "contracultura" con el que impulsa su manera de pensar, vestir o disfrutar de lo que más le gusta, sin importar lo que piensan los demás; tomando del tiempo que toca vivir lo necesario para sentirse naturalmente bien con uno mismo.
¡Larga vida a lo hipster!
No sabemos si os ha ocuurido lo mismo, pero leyendo este artículo nos hemos dado cuenta que toda persona tiene su pequeño espacio "hipsteriano", su particular movimiento "contracultura" con el que impulsa su manera de pensar, vestir o disfrutar de lo que más le gusta, sin importar lo que piensan los demás; tomando del tiempo que toca vivir lo necesario para sentirse naturalmente bien con uno mismo.
¡Larga vida a lo hipster!
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